Requiem por la disuelta Comunidad del Anillo
Mi vida transcurre sin muchos sobresaltos, pero de vez en cuando me acuerdo de ese primer año en que me guiasteis por ese mundo tan distinto que es la Universidad. Siempre conté con vuestro cariño incondicional y vuestro apoyo. Supongo que aún hoy cuando miro ese primer año, tan duro para mí pero a la vez tan dulce, os veo a vosotras dándome tanto sin pedir nada a cambio. Pasa el tiempo, y vosotras os habéis dedicado a vuestros quehaceres (problemas, oposiciones, y un largo et cetera). Fue lindo ese año, yo nunca podré olvidarlo pues dejó su impronta en mí. Sólo deseo que la vida os mime como lo hicisteis conmigo. Siempre que mire atrás con nostalgia, mi recuerdo os traerá a mí salvadas del tiempo y la distancia. Os quiero, mis niñas.
) y descansando. De hecho ahora estoy pasando los días en un pueblecito de costa junto al mío, en el que mi familia ha comprado un apartamento junto al mar, así que a estrenar piso y disfrutar de la playita (aunque todavía no he ido, lo mío tiene delito teniendo en cuenta todos aquellos que viajan desde el interior para disfrutar de lo que yo tengo al lado). Sólo espero que el resto de la gente, que me imagino tendrá mejores cosas que hacer que conectarse, esté disfrutando muchísimo del verano, sobre todo a mis filólogas preferidas. Cuidaos y disfrutad a tope (pero con cabeza, ¿eh?).
