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Naufragios y Regresos

Días de claros y nubes.

Las estatuas lloran sangre

y una anciana entona viejas saetas doloridas.

Esa vieja trampa esta en ciernes preparada,

ya no hay miedos,

ni gritos

ni hastíos.

La muerte ha pasado

con su guadaña certera

decapitando sueños.

Días en los que la luz

no siempre acaricia estos bancos,

mientras el frío del alma

corta los rostros

de aquellos desesperados

que se atrevieron a sonreirle a la vida.

El alma y la razón,

eternas enemigas

se baten en duelo de honor,

pero siempre gana la lógica.

La pasión, el amor y el corazón

no entienden de razón,

¿qué ha sido en este vil mundo

de la herida de amor?

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