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Naufragios y Regresos

Un domingo.

Estoy molido, ayer me decidí a salir después de tomarme unas tapas con Flordeneu y Violante en el Zaidín, conocí a un grupito de gente muy simpático, y terminé por acostarme a las cinco de la mañana. Hoy me duele todo y no tengo ganas ni de mirarme al espejo, supongo que los domingos son ese día en que la desidia invade tu vida y no te apetece hacer nada... Ayer me rallé muchísimo porque conocí a una estudiante de primero de óptica y no se nos ocurrió hablar de otra cosa que de las patologías del ojo, consejo para los miopes que utilizan lentillas: nunca metais las lentillas en agua, porque existe una bacteria que puede vivir incluso en el agua potable, si te la bebes no ocurre nada, pero si se acantona en la lentilla y llega hasta el ojo es imposible sacarla, y el ojo tampoco puede eliminarla porque no tiene suficientes vasos sanguíneos. Bueno, cambio de tema, porque me está empezando a doler el ojo, juas juas. ¿Cómo le habrá ido a Flordeneu en la comunión que era hoy a las diez y media de la mañana (ya hay que tener mala leche para la hora)? Ya me contarás cuando volvamos a hablar por el msn o incluso aquí por un comentario en el blog o en la facultad (todos los caminos llevan a Roma, o mejor dicho a mí juas juas). Me despido como siempre con un cariñoso saludo para mis niñas de Filología Románica; en un futuro próximo doblemente filólogas. Besos

3 comentarios

Alamanda -

Lo de las lentillas ya lo sabia, pero gracias, ahora a mí también me duele el ojo :p

Flordeneu -

Que tampoco me he perdido por el bosque ni me he ido de vacaciones... Que era tan sólo una comunión. Cutre eso si, pero comunión al fin y al cabo...

Violante -

Al final te fue bien y me alegro. Gracias por el consejo, recuérdaselo a Alamanda.
Flordeneu no ha dado señales de vida, pero de todos modos "todos los caminos conducen al blog". Recuérdalo, pequeño Perceval.